Masaje Tradicional Tailandés
MASAJE TRADICIONAL TAILANDÉS
Se dice que fue creado hace unos 2.500 años por el médico personal de Buda, el maestro Jivaka Kumar Bhaccha. Acompañando a Buda en sus peregrinaciones, adquirió amplios conocimientos poniéndolos en práctica con monjes y monjas para calmar sus dolores musculares debido a largas horas de meditación. Este masaje junto con otras técnicas manuales, forma parte de la medicina tailandesa basada en las energías corporales (mientras que la medicina occidental lo hace en la anatomía humana).
El masaje tradicional tailandés se fundamenta en el desbloqueo de los puntos energéticos del cuerpo a través de presiones sobre las líneas de energía Sen, acompañadas de estiramientos de los distintos grupos musculares para estimular esas líneas energéticas mediante posturas de yoga que el cliente realiza de forma pasiva con la ayuda del terapeuta, todo ello combinado como una danza armónica.
Al igual que otras técnicas asiáticas, el masaje tailandés se basa en la naturaleza trabajando sobre los cinco elementos reflejados en el cuerpo humano (tierra, agua, fuego, viento y éter) el masaje actúa armonizándolos y equilibrando sus funciones naturales; se basa también en la teoría energética, según la cual existe un flujo de energía entre puntos específicos del cuerpo.
Una particularidad del masaje tradicional tailandés es que se aplica sin aceite ni crema sobre el cliente vestido con ropa cómoda.
Beneficios: procura un profundo efecto relajante (físico y mental); activa el flujo de energía vital; estabiliza el estado de ánimo; restaura en el cuerpo su capacidad de sanación; combate los efectos del sedentarismo; mejora el insomnio; activa el retorno circulatorio, aumenta la oxigenación sanguínea y linfática; incrementa el volumen respiratorio; regula la homeostasis del organismo mejorando el funcionamiento de los órganos internos y del sistema inmunológico; alivia el estreñimiento, aumenta la diuresis; armoniza y equilibra el metabolismo; mejora posturas físicas, la movilidad articular, la agilidad, la fuerza y la flexibilidad muscular, ayuda en caso de adherencias musculares; elimina dolores de cabeza, de cuello y contracturas generales.
Contraindicaciones: inflamaciones agudas, infecciones y procesos febriles, problemas cardíacos severos, tromboflebitis, fracturas recientes, osteoporosis grave, desgarro o rotura muscular, embarazo.
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